miércoles, 10 de junio de 2009

El Amor, sana y cura pero duele.

He vivido la magia del amor, del amor por mi madre, por mis hijas, por mi esposa, por alguna mujer... por Dios y Cristo; pero no he saboreado la dulzura del amor que ha de sentirse por algùn enemigo, seguro ha de ser porque piense que no lo tengo o se encuentra solapado acechando. Quizà deba traer a colaciòn la expresiòn "Uno nùnca sabe"

Por supuesto tengo claro que existan enemigos no mortales. Que incluso estan dentro de nosotros, a saber, la envidia, la soberbia, el egoismo, la mentira, lo que llaman pereza... y muchos màs. Podriamos decir ¿hace falta otro? Y muchas veces se dicionan otros màs.

Obligados estamos a sentir amor por un enemigo porque es un mandato de Jesus Cristo, si alguno surge a quererlo; si alguno apareciere y nos hiciera daño a perdonarlo y a amarlo en el nombre de Jesus.